Razones para NO ir a una Feria del Libro...

Feria del Libro, Santiago de Chile, Noviembre del 2009.

Simultáneamente a las 19.30 se presentaban en una sala de la feria un nuevo libro sobre Allende, y en otra el último libro de uno de los invitados de honor a la feria, el argentino Roberto Enrique Fogwill. El libro de Allende presentado por la Ministra Carolina Tohá, y el de Fogwill, llamado "Vivir Afuera", presentado por el mismo. Que me disculpe la Ministra, pero opté por escuchar Fogwill, pues a diferencia de ella, me producia una curiosidad inmensamente mayor, además de respeto y cero repugnancia.

En el salón a medio llenar, esperabamos sentados el inicio de la presentación, entreteniendonos mirando a los asistentes abúlicos, que de a poco y con retardo, decidían ir tomando asiento. Rodeado de un aurea Bukowskiana, pasa por nuestro lado un señor entrado en años y de bajo perfil. Nada nos hubiese indicado que se trataba de Fogwill si no fuera porque lo rodeaba un grupo de gente que se esmeraba en acaparar su atención y en caerle bien. Ese tiene que ser Fogwill, le digo a ella.

Algunos pasos más atrás, con una sonrisa a medias y como queriendo rodearse de su própia compañia, viene un personaje que no tardo en reconocer. Con una lata de cerveza en una mano y la otra al bolsillo de su deslavado blujeans, mira de reojo a su alrededor sutilmente esperando reconocimiento. La codeo a ella y le digo, mira, ese es un escritor relativamente famoso, creo que es primo de Marco Enriquez o algo así. El de la chaqueta azul de cotelé. Ah, me dice ella y agrega, medio creído si. Si ah...le respondo. Rafael Gumucio y su cerveza, se pasea ante todos con una pose que calificaría de entre cafiche y anarquica, o quizá de un privilegiado intelectual que trata de parecer humilde pero como que no le sale. Toma asiento dos puesto más adelante. Sobre su chaqueta azul marino se le nota un plétora de caspa en hombros y espalda. A este guevón le nieva, le digo a ella en voz baja haciendola sonreir.

Antes de iniciar, el mismo Fogwill presenta a los panelistas y describe la relación de amistad que los une. Agrega que se invitó a Rafel Gumucio al panel, pero que "se le chupó participar", y pregunta mirando a la platea: "donde está Gumucio" y este, sentado un par de asientos delante de nosotros, levanta la mano con la que sostiene la cerveza como haciendo un salud, y ante el vitoreo (bastante poco convencido) de los demás panelistas dice, okay okay. Se levanta Gumucio, camina con su paso suelto y confiado hacia la testera. Toma asiento a un extremo del grupo y dice algo como por acá nomás, aunque nadie le haya sugerido realmente que se sentara al lado de Fogwill. 

¿Quien empieza? dice Fogwill, mientras todos miran al recien sentado Gumucio. Con su acento vaya saber uno por qué medio argentinizado, sostiene con fuerza que no le tinca ser el primero y afirma que quedará para el final. Nos miramos con ella y hacemos una mueca de asco en honor al anarco-pimp burgués.

Y así se inicia una seguidilla de alabarés a Fogwill, que él mismo responde con sabiduria, humor y simpatia, hasta que el micrófono se acopla repetidas veces y este, con justificada molestia, le pregunta al sonidista "me estás jodiendo?".Luego de una media hora de un interesante debate, toca el turno de Gumucio, quien sale con el siguiente chorro de babas: dice que tiene la siguiente teoría y es que Fogwill, a quien califica como uno de los escritores más fabulosos de la história, inclusive superior a Borges, es así de bueno debido a "su condición de casado y padre de hijos". Haciendo uso de su bien sabido conocimiento literário (que poco se le nota cuando habla), procede a listar a multiples autores que dada su calidad de progenitores, les ha permitido escribir grandes obras. Lo anterior no sería problema si no hubiese incluído dentro de la categoría de "mediocres" a escritores "sin hijos" de la talla de Antón Chejov, Fernando Pessoa, Capote y nada más nada menos que Benedetti!

Luego, volviendo a Borges, el tal Rafael Gumucio finiquita su casposa intervención preguntandose a si mismo "en que lugar del mundo un ciego podría servir de guía a una nación como lo ha sido Borges a los Argentinos?". Yo me pregunté para mis adentros si realmente había escuchado lo que había escuchado. Quizá me había equivocado de sala y entrado al lanzamiento del libro "Duende Aki Aki" justo al lado o "Chacoli con pañales". 

Pero no, ahí estaba, escuchando a un prestigioso intelectual criollo. Será que el pretender ser irreverente te da el derecho de decir cualquier casposidad en cualquier lugar? Parece que si.

La verdad es que la presencia de la Ministra o la de Gumucio, (tampoco sus intervenciones) constituyen razones para no ir a la Feria. De hecho Gumucio a pesar de la caricatura anterior ha escrito cosas interesantes, lo que indica que no es un payaso irreverente a tiempo completo.

Lo cierto es que no existen razones para no ir, pues la feria está mejor que nunca. El programa de la feria acá.

Foto 1: del Blog El Boomeran

Foto 2: del blog Tareas de Lectura.