domingo

No soy ladrón, solo estoy trabajando.

Luego del Mop, Efe, Corfo, Indap y etc. aparece el Mineduc, donde se robaba con la premisa de que cuanto más cara de raja se es, menor es la factibilidad de que alguien se entere. Rompamos de una vez el mito: Chile es un país corrupto, y dejemonos de espantarnos porque los policías Argentinos le piden una coima a un turista Chileno o espantarnos por los millones que robó un ex presidente brasilero, o que los gringos asignen contratos millonarios de reconstrucción en un país arrasado por su guerra sin ningún tipo de licitación de por medio. El uso de eufemismos del estilo "existen pequeños brotes de corrupción" no es más que una justificativa para seguir robando tranquilo, y usualmente utilizada por los amantes del lenguaje políticamente correcto, es decir, los mismos cuatreros de siempre.

4 comentarios:

Santiago Illapa dijo...

A mi me llama la atención que crecí con la idea de que la corrupción afectaba a otros paises y no a Chile.

Finalmente, Pinochet era un dictador, asesino y un hijo de puta de marca mayor, pero jamás (hasta que salió lo de las platas) fue un ladrón en el imaginario popular.

Creo que, como bien apuntas, es hora de dejarse de eufeminsimos a asumir que somos igual que el resto.

Juan Emar dijo...

"La propiedad es un robo" decía Bakunin.

Más fuerza que nunca cobran las palabras del mentor anarquista, cuando en el caso de las subvenciones, son pocos los que unen los puntos entre el robo sistemático que hacen al Estado sostenedores y profesores, y que con la educación se pueda lucrar.

Si parafraseáramos a Mikhail, podríamos decir "donde hay lucro, hay robo (o la posibilidad de perpetrarlo)"

Muchos saludos estimado

Eduardo Reyes Bade dijo...

Tu presidenta le llama...."nubarrones"....


ER

bitacoreta.org dijo...

y el tuyo le llama everyday business...

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