El Superman soy yo

Vi Superman aprovechando el feriado del 4 de Julio. Mi héroe preferido junto a Hulk. Llegué al cine sintiéndome un súper man, pues estuve auto flagelándome toda la mañana sacando fotos en la Parada del 4 de Julio, Independencia del ahora Imperio. Conste que nadie me obligó. Mi polola se negó terminantemente a acompañarme. Las primeras arcadas las sentí a media cuadra antes de llegar al desfile. A las dos horas de masoquismo azul y rojo, emprendí en retirada por la sola razón de que en el preciso momento en que desfilaban unas 30 ambulancias más otros 50 carros de bombero, pasó sobrevolando a muy baja altura el helicóptero de su excelencia George, ante lo cual la multitud que parece que no ve tele, rompió en una catarsis de gritos, babas, sudores, chirrías y saludos histéricos al aire, avivados por la tropa de bomberos y paramédicos, que hacían sonar las sirenas de sus vehículos en busca del clímax colectivo. Arranqué cual súper héroe aguantando la quincuagésima arcada, y afirmando en el estómago el hot dog con coca cola que ante la ausencia de otra alternativa me había embutido de desayuno hacia un par de minutos atrás, mientras miraba con cara de pregunta la comparsa vietnamita que más parecía cortejo fúnebre. Tuve que correr unas 10 cuadras para que se me quitara el mal estar y dejar de escuchar las marchitas de guerra. Llegué al cine luego de recorrer unas 15 cuadras a pleno sol, y con la sensación de haber cargado en mi recorrido una estufa prendida dada vuelta a la cara.

De la película puedo decir que es algo larga, dura 2 horas y 35 minutos. Y saca muchas carcajadas, porque con un computador se puede hacer cualquier cosa hoy día, como por ejemplo que superman se cambie de ropa en un ascensor del Daily Planet. Si, porque se cambia y vuela a toda prisa a salvar el planeta de una tragedia algo rebuscada, y simultáneamente rescata el avión donde viaja Lois Layne, su amada del año 1976. Lo que no me gustó es que todas las buenas acciones de Superman las hace en Nueva York. No rescata a nadie que se ubique en un país tercer mundista y eso hizo con que Superman quebrara la ilusión de cabro chico que le tenia. Le aplaudí sin embargo que ignorara la actualidad nacional y se ahorrara menciones a terroristas árabes y megalómanos norkoreanos. Lo que si me molestó, y eso que soy un tipo bastante liberal, fue que Superman y Lois Layne tuvieran algo así como un 'affaire'... si si si, era obvio que iba a pasar dirán ustedes, pero resulta que la mina es casada, o algo por el estilo. Si es Superman, podría haberse agarrado a cualquier mina! En todo caso para pecar Lois Layne, pues está harto mas rica que la original. Pero lo principal de la película es una sutil revelación que hace pensar que habrá Superman por muchos años más.

P.D. Kevin Spacy hace de Lex Luther (reemplazando al always celebre Gene Hackman). Alta la vara, pero estuvo a la altura.