miércoles

Todo está bien...

Ella no sabe que la miro. Está absorta en la preparación de su cena en la cocina, mientras yo, sentado en el comedor escribo algo sobre ella. Este es un breve post sobre ella, quiero escribir de ti. Estoy admirando sus movimientos, sus pies suaves sobre el piso. Se me ocurrió que sus pisadas son masajes para el suelo, y mientras se paseaba entre el refrigerador, la cocina y el lavaplatos, disfruté cada uno de sus movimientos. Que habilidad pensé, que encantadora forma de mirar al tomate, que delicadeza para cortar el queso, quien fuera tanto queso como tomate, y ser seccionado con esa elegancia, ser manipulado así, con esas manos, esas de dedos largos delgados y corteses. Hay otras cosas que no pude dejar de percibir, como su pelo largo contundente por ejemplo, que hoy recogido, deja unos escasos cabellos sobre su cuello fino y bello; o bien el pedacito de cintura que deja entrever su chaleco blanco ajustado, cada vez que se estira sobre el lavaplatos o busca ese ingrediente perfecto en la repisa. Finalmente los movimientos inconscientes de sus labios, cuando concentrada le dá el corte preciso a la traviesa palta.
Ante ayer caí resfriado en cama. Ella me curó con remedios, comida rica, cariños sanadores. Recogió mis papeles asquerosos de mocos, secó la transpiración de mi fiebre. Ayer no fue menos, pues a la cena preparó un banquete de despedida a la gripe que incluyó bistec con papas fritas, ensalada de tomate con palta, y el tiro de gracia a los germenes, la deliciosa e hirviente caldo de pollo. Una vez más, secó con su beso la sopa que brotaba a chorros de mi frente, me metió a la cama y al día siguiente me hizo un lado en su ocupado calendário, llamandome unas 4 veces para insistir en que me tomara las aspirinas.
Ahora que la miro parada ahi en su cocina, admiro tanto sus ideas como sus rodillas, la suavidad de sus pisadas, la delicadeza de sus manos, la gracia de su pelo, y pienso bien bajito: todo anda bien, que bueno que todo está bien, y todo está bien mientras tu andes esparciendo tu encanto por mis esquinas...

2 comentarios:

V dijo...

Que lindo tu relato...dan ganas de que alguien se refiera así de uno:)

sole poirot dijo...

que hermoso.puro amor.cuesta encontrarlo en estado tan puro, simple y honesto.

saludos de una primera visita.

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